En el
desarrollo social del niño es imprescindible el desarrollo de ciertas capacidades
así como de habilidades que le permitan desarrollarse integralmente, del mismo
modo que mantener relaciones interpersonales. Por ello es necesario conocer de
estas capacidades tales como: el autoconcepto, que le permitirán conformar una
imagen de sí mismo, es necesario, mencionar que éste no es estático,
ya que a lo largo de la vida este va cambiando, conforme el sujeto va
aprendiendo y adueñándose de conocimientos y experiencias que vive día a día.
Con este
concepto de sí mismo, se da la oportunidad de reconocer sus emociones, las
cuales están consideradas como un estado que experimentamos, una reacción
subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos, de origen
innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa
de nuestro organismo a lo que nos rodea.
Es así cuando
podemos ser empáticos con otros, tener esa habilidad cognitiva y emocional para
comprender el universo emocional de otra, lo que nos permite ser asertivos en
nuestras relaciones interpersonales.
Para
finalmente mostrarnos como seres humanos autónomos y capaces de desarrollar
tareas de una manera independiente, por lo tanto, la capacidad de una persona o
cosa para ejercer independencia de otra persona o cosa. Meta, que
buscamos desarrollar en los niños y niñas, como docentes, es por ello que el
desarrollo social es decisivo como un apartado que no debemos dejar de lado
cuando trabajamos nuestras situaciones de aprendizaje.
Y que sea a
través de actividades lúdicas que los pequeños desarrollen su inteligencia
emocional.
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